Un trofeo de 15 millones...

Lo del año pasado fue muy romántico para el Sevilla. Encontrarse casi de súbito con su competición, a primera vista otra vez. Un tobogán de emociones fuertes: el derbi, el gol agónico de Mbia, los penaltis de la final de Turín… Este año, sin embargo, hay un matiz económico en la aventura. Todos quieren igual a la Europa League, pero el matiz se llaman 12 millones de euros por acceder directamente a la fase de grupos y cuatro más (tres si fuera subcampeón) por la Supercopa de agosto en Tblisi... Como mínimo, un trofeo de 15 millones que asentaría el proyecto Emery, a quien los grandes ya acechan seriamente.

Pero eso será el jueves. Antes, el Sevilla presentó la rojísima camiseta de la final y algunos echaron de menos las medias negras. Se ve tan favorito el sevillismo (1,53 euros se paga su victoria y 6,50 la del Dnipro, que apostado espera su oportunidad en silencio), que nadie se fía. Vuela a Varsovia con más de 7.000 incondicionales, sano y risueño, en forma y seguro de sí mismo. Tanto que muchos creen que lo único que puede confundirle es el color del dinero…