Epopeya de Contador en el Giro

Etapón de Contador en el Giro. Etapón que ha quedado para el recuerdo y, desde luego, para la historia del ciclismo moderno. Porque lo que hizo Contador no se ve ya en estos tiempos. Fue toda una epopeya. Encontrarse solo a más de cuarenta kilómetros de la meta, al pie del Mortirolo, a un minuto de la cabeza, en la que se encontraban Aru y Landa, y tener los arrestos de irse a por ellos es encomiable; atraparles, ya es para levantarle un monumento. Contador lo que acometió fue una cronoescalada, pura y dura, sobre uno de los puertos míticos del ciclismo. Lo hizo él solo, sin equipo. Pasando sin desmayo decenas de corredores que se iban quedando por las rampas, y robando en cada una de ellas segundo a segundo.

Cuando Aru le vio aparecer, quedó desmadejado. Renunció a toda posibilidad de ganar el Giro, y entregó su segundo puesto a Landa. Otro valiente. Él estaba dispuesto a jugarse todo o nada en esta etapa. Todo es un podio, que ya es mucho para él, y nada era desfondarse por atacar a Contador. Sólo cuando su jefe, Aru, tiró la toalla, Landa quedó libre de movimientos. Se fue a por la victoria, y de paso arañar unos segundos a Contador. Dada la forma de éste, no le valdrán de mucho. Pero es bueno saber que está dispuesto a cualquier cosa. El espectáculo queda en manos de los dos. Uno está en la cima; otro, quiere alcanzarla. El primer doblete español en el Giro está servido. Es algo que también contará esta epopeya.