El último obstáculo en el camino

El Oviedo ha superado tantos obstáculos últimamente que ganar en Carranza no suena a misión imposible. Desde 2003 los azules han superado el intento de asesinato de un alcalde parricida, las decisiones dantescas de un presidente buscado por la Interpol, una crisis económica devastadora y derrotas y humillaciones varias. No es un retorcido guión de Cristopher Nolan, es el día a día del oviedismo de la última década. Y a cada golpe se ha levantado con más fuerza. Como si los accidentes reforzaran la idea de que el club es inquebrantable.

La frase que ha circulado en el club la última semana es la misma: es el momento en el que el Oviedo está más cerca de regresar al fútbol profesional. El ascenso se resolverá en las áreas. El Oviedo sabe que debe ser contundente. Atrás y delante. Y queda el recurso de Cervero. El héroe de casa, nacido y criado a 100 metros del Tartiere. Nula estética, todo corazón. Él estuvo en 2003, cuando los entrenamientos se hacían sin luz ni agua caliente y está ahora. Sólo se trata de un obstáculo más. El último antes del regreso.