Ciro Scognamiglio

Contador lo tuvo todo bajo control

Me dio la impresión de que Alberto Contador no sufrió excesivamente para ganar este Giro. La imagen que transmitió fue de mayor fortaleza que sus rivales, siempre con la situación bajo control. La diferencia entre él y el resto fue mucho más que la ventaja que refleja la tabla de la clasificación, con Aru a 1:53 y Landa a 3:05. El único día en que sufrió de verdad, aparte del susto que se llevó por la caída de Castiglione della Pescaia, fue en la Finestre. Sin embargo, nunca pareció que corriera riesgo su triunfo final. Reguló, supo gestionar el momento de crisis y selló su segunda general en el Giro.

Creo que sólo dio el máximo en una etapa: la crono de 59,4 kilómetros. Alberto sabía que esa era la jornada decisiva, y ahí asestó un golpe brutal a sus adversarios. El resto, corrió con calculadora, para guardar energía de cara al Tour. Astana fue la escuadra más potente con mucha distancia sobre los demás, pero ni con una táctica adecuada habrían desbancado a Contador. Es cierto que Aru padeció problemas físicos y que Martinelli­ no apostó por el hombre más en forma, Landa. No obstante, en su defensa hay que decir que no era fácil ver que el vasco iba a andar tan sólido durante tres semanas, o que Aru flaqueara en etapas fáciles y en el Mortirolo. Salvo por una enfermedad, avería o lesión, no me cabe ninguna duda de que Contador habría conquistado la carrera bajo cualquier escenario posible. Fue el mejor.

Ciro Scognamiglio es redactor de La Gazzetta dello Sport.