Silva, Rubin... y el poder de los delanteros

Treinta segundos bastaron para que el portugués André Silva pusiera su sello en este Mundial Sub-20. Fue en la segunda jornada, disputada el domingo pasado. Bajó un balón, lo acomodó con la derecha, giró y le puso una pelota de gol a Gelson Martins. Luego marcaría el segundo con un buen cabezazo para derrotar a Senegal. André Silva había causado sensación en aquel partido ante Hungría en la Eurocopa Sub-19. Marcó cuatro goles aquella noche, espera su oportunidad en el Oporto B y necesita rápido una cesión. De momento brilla en una selección portuguesa que trata de emular a aquella gloriosa de últimos de los ochenta y primeros de los noventa que ganó dos títulos seguidos. La Portugal de Figo, Rui Costa, Joao Pinto o Couto, cuyo gol en la final de 1989 en Riyad forma parte ya de la historia del fútbol portugués. En Nueva Zelanda empiezan a aparecer los delanteros. Algunos más esperados como André Silva o el húngaro Bence Mervo, fantástico con su hat trick ante Corea del Norte. También el norteamericano Rubio Rubin, que no para de mostrar todo el talento y la movilidad que ya tuvo en el partido inaugural. Estados Unidos lleva dos triunfos en dos partidos, y Rubin ya tres goles. Tab Ramos ya mostró un buen fútbol con la Sub-20 en el Mundial de 2013 en Turquía, pero no tuvo ninguna recompensa.

El equipo estadounidense repite estilo dos años después, y presenta no sólo a Rubin. También al potente punta Jamieson, al buen central Miazga y a Hyndman. No va a ser fácil echarles del torneo.