Otro pleno del Barcelona

El Barcelona ha vuelto a ganar los seis títulos posibles del balonmano entre nacionales e internacionales. No se daba desde la temporada 1999/2000, con Valero Rivera como entrenador. En España lo ha tenido fácil. El Ciudad Real, luego Atlético de Madrid, desapareció, y en León, Valladolid y Pamplona la crisis ha debilitado a sus equipos en grado extremo al reducirse los patrocinios públicos y privados. En Europa la cosa estaba más difícil. Los ocho millones de presupuesto de la sección llevan unos años congelados, y en este tiempo le han ido superando económicamente el PSG francés, el Kiel alemán y el Veszprem húngaro. Consecuencia: el Barcelona dejó de ser el rey de Europa. Hasta este año, que ha vuelto a recuperar la corona.

Conquistó la Champions, y también el Mundialito. Conseguido lo más difícil, sólo le quedaba la Copa en España, tras haber ido ganando durante la temporada la Supercopa, la Copa Asobal y la Liga. El dinero del fútbol hace posible esta hegemonía del Barcelona. La sección de balonmano es deficitaria, como todas las demás, pero le proporciona títulos. Por unos cincuenta millones tiene equipos de baloncesto, balonmano, hockey sobre patines y fútbol sala al más alto nivel. Apenas recupera el diez por ciento de la inversión, mas lo da por bien empleado si a cuenta de ello se glorifica al club azulgrana. El balonmano, desde luego, no ha podido hacer más. Han sido seis de seis (no cuento ligas regionales). Como en los mejores tiempos.