J. R. Rodríguez

El ascenso más brillante

No lo dude nadie. Cualquier ascenso es histórico para la historia de un club, pero este es el más brillante de la historia del Sporting. Hasta que se produjo aquel que logró el equipo de Preciado, el equipo rojiblanco siempre había subido como campeón. En 2008, el retorno a Primera fue apoteósico, después de más de una década en el infierno pero éste sobresale. Hay que remontarse forzosamente al pasado verano cuando pocos creían en este proyecto que ha hecho de la necesidad virtud. Sin fichajes, habiendo perdido a jugadores importantes y con un clima social cada vez más envenenado, eran mayoría quienes pensaban que el equipo de Abelardo poco menos que iba a luchar por la permanencia en la categoría, en una entidad abocada casi a la desaparición. Era una cuestión de fe creer en este proyecto, en medio de muchas dificultades.

Pues bien, un cuerpo técnico ejemplar y unos futbolistas muy profesionales fueron haciendo creer a la gente que la precariedad no necesariamente es sinónimo de desastre. Que el fútbol tiene múltiples circunstancias que permiten ver resultados insospechados. Que dos y dos no son cuatro en este deporte, y por eso levanta tantas pasiones. Al final del camino, el Sporting está de vuelta entre los grandes del fútbol español, como no podía ser de otro modo para el equipo menos goleado de la categoría y con dos récords para la historia: 20 jornadas consecutivas sin derrotas y solamente dos partidos perdidos en 42 jornadas de campeonato. Hubiera sido muy injusto que el equipo que entrena Abelardo se tuviera que jugar el ascenso en la lotería de la promoción. Pero el fútbol hace justicia al final, aunque sea por diferentes e insospechados caminos.