P. P. San Martín

Jordi Alba y Silva, los motores de España

Partido duro de pelar en Bielorrusia. España dio la cara con alto nivel, quizás de lo mejor que se ha visto en La Roja desde la debacle de Brasil. Y en el buen conjunto general, asomaron dos jugadores para impulsar a España con genio e inteligencia: Jordi Alba y David Silva. El primero, con una primera parte espectacular, subiendo y bajando, rompiendo a la durísima (a veces violenta) zaga bielorrusa. Si Jordi Alba lleva a la red una volea que rozó la escuadra, habría sido para enmarcar. Por entonces ya apuntaba Silva como dueño del partido, bien arropado por Cazorla y Cesc, culminando con un golazo de categoría.

Silva hizo de Messi. Auténticas diabluras. Rompió, pasó... un concierto de fútbol (apenas cometió 8 errores de pase) que selló con la jugada del partido, sin la suerte de marcar.

España aguantó bien, incluso reapareció el ‘santo Casillas’, que redondeó un partido de fuerza y calidad en el centenario de Del Bosque.

Dos puñales. Alba y Silva minaron a Bielorrusia por la banda y por el centro. Con velocidad y talento desbordaron. Una exhibición total.

Magia en el 85’. Silva y Vitolo hicieron un jugadón. Vitolo pasa, Silva devuelve por alto, Vitolo centra y Silva recibe pero no marca .