Ramos se merece otro trato

De un tiempo a esta parte, el Madrid no trata a sus iconos como se merecen. En su día, Raúl se fue a hurtadillas en una mañana de sofocante calor en un Bernabéu casi vacío (el club no invitó a que fuera la gente). Un día antes se despedía Guti del equipos de sus amores en un acto organizado en la sala de Prensa y no apareció el presidente, como se quejó amargamente el 14 en El Chiringuito. Y ahora le toca a Sergio Ramos, el mejor central del mundo y un estandarte del ADN blanco de toda la vida.

El club deja caer que Sergio pide mucha tela (diez millones netos) y que filtra presuntas ofertas, algo que el camero no ha hecho. Además, se le achaca parte de la culpa por la falta de títulos en lo que va de 2015. Una barbaridad. A Ramos no le mueve el dinero. Lo que le duele es enterarse por un amigo íntimo, presente allí, que en la noche que el Atleti eliminó a los blancos de la Copa el presidente culpabilizó del KO, en gran parte, al sevillano. Con Florentino se llevaba de cine, pero de un año a esta parte la relación es casi nula. Benzema, Varane y hasta Coentrao renovaron sin problemas. Muy significativo.