La posición en la que Benítez va a utilizar a Bale la próxima temporada se ha convertido en una cuestión preferente en el Madrid. El flamante entrenador ha aterrizado con la idea de sacar el máximo provecho a un futbolista que, desde su llegada, ha sido mucho más goles que fútbol. El galés ha sido titular siempre y por decreto, a pesar de que en varios momentos del año se le ha visto fuera de forma y, en ocasiones, con un grado de implicación pobre con el grupo. Está bien que el nuevo técnico fije como uno de sus grandes retos sacarle más jugo a una inversión multimillonaria y estratégica de Florentino, pero también puede haber compañeros en la caseta que consideren que Gareth está recibiendo más mimos de los que se ha ganado en el césped.

Es verdad que desde su llegada ha jugado fuera de su puesto natural, pero también es cierto que tipos como James, Kroos o Isco también se han tenido que acoplar a roles diferentes y le han puesto al asunto el interés y el coraje que en algún momento le ha faltado a Bale. Si el cambio de posición no resulta, se le habrán terminado las coartadas.