La fe de Vallejo, la fe del Zaragoza

En una noche inolvidable, con una Romareda que rugió como nunca, el Zaragoza golpeó primero en esta eliminatoria final, pero su ventaja de dos goles no es, ni mucho menos, definitiva. Al equipo aragonés le espera una tarde de sufrimiento frente a un rival ansioso de revancha y al que la Primera División se le escapó hace un año en el descuento. El Zaragoza, decíamos, golpeó primero y jugará con dos goles de renta, pero a nadie se le ha escapado desde el miércoles una frase más alta que otra. El discurso único es el de la serenidad y la prudencia, porque si algo ha quedado demostrado en este playoff es que no hay un resultado conclusivo. Queda todo un partido por delante y habrá que pelearlo desde el primero al último minuto.

Hace diez meses, el Real Zaragoza estaba al borde de la desaparición, y ahora se encuentra a un partido de la Primera División, un milagro que tomó forma con el 1-4 de Montilivi y que no ha dejado de crecer. Dicen que la fe mueve montañas, y toda ayuda va a ser poca para que el Zaragoza celebre esta tarde su noveno ascenso. La imagen de Jesús Vallejo, capitán a sus 18 años, poniéndole una vela a la Virgen del Pilar antes de que la expedición del Zaragoza partiera rumbo a Las Palmas, ha dado la vuelta a Aragón a través de las redes sociales. Hace un año el Zaragoza era un muerto viviente y hoy puede resucitar para la Primera División.