Eric Boullier nos mete el miedo en el cuerpo con McLaren

Me lo temía. En cualquier momento podía ocurrir y así ha sido. Eric Boullier, el jefe de McLaren, nos advierte ya de que el retraso en su proyecto con Honda puede tener una influencia negativa en sus ambiciones de cara al próximo Mundial. No lo asegura por ahora, pero lo deja caer como curándose en salud, entre otras cosas porque resulta bastante obvio, incluso para un observador desde la distancia. Yo mismo lo he vaticinado en este espacio en varias ocasiones, por ejemplo el pasado 8 de este mes; permítanme la licencia de recordar lo que escribía entonces: “Si nos ceñimos al avance que hemos visto hasta el momento es como para echarse a temblar, porque el MP4-30 da la sensación de ir peor hoy que al comienzo del año. No me inquietan tanto las complicaciones puntuales, incluso con el exceso que las padecen, como una tendencia que no terminan de corregir. Veremos la evolución a partir de ahora, será determinante para saber lo que nos espera en 2016”.

No es que quiera dar un valor premonitorio a estas palabras, simplemente quiero constatar que parece evidente que si la progresión no resulta espectacular en las próximas semanas, McLaren Honda puede seguir a remolque de los mejores el año que viene, lo que ya resultaría una tragedia de dimensiones antológicas para sus pilotos, Alonso y Button (si es que no lo es ya desperdiciar una temporada a su situación). Boullier dice que muy pronto sabremos de qué modo puede afectar lo que ahora está ocurriendo a lo que sucederá en el futuro, así que crucemos los dedos para que este final de campaña resulte diferente para los monoplazas de Woking y su frágil motor japonés. Yendo hacia atrás como hasta ahora, y eso que parecía difícil, será imposible recuperar cierto optimismo. Mal que nos pese….