Bartomeu, Laporta y demás: hay debate

En el Barça sí hay elecciones. Bartomeu, que accedió al cargo como vicepresidente de Rosell tras la fuga de este, decidió convocarlas para final de temporada en aquellos días críticos tras la derrota de Anoeta. Fue inteligente. Con eso aplazó las tensiones, “hasta que el Barça no tenga títulos en juego”. Ahora no los tiene en juego, sino en la vitrina. Bartomeu ha gestionado bien el barullo que heredó de Rosell, del que también hay que decir que fue copartícipe, o cuando menos cómplice por omisión. O no tanta omisión. Su firma está en los papeles de Neymar, de ahí que esté imputado, como Rosell.

Enfrente va a tener a Laporta y tres más. Sobre todo a Laporta, que tiene un mensaje claro: Cruyff, Catalunya, La Masía, Unicef. Bajo su presidencia, el Barça alcanzó los máximos de su historia, con seis títulos en un año (bien es cierto que Ovrebo mediante), la imagen de Guardiola, tres canteranos en el podio del Balón de Oro, el tiqui-taca, el protagonismo en los títulos de La Roja. Antes de eso pasó una moción de censura por los pelos, pero eso quedó atrás. De aquello salió fichando a Guardiola, bien es cierto que tras decirle Mourinho que no, pero eso no se recuerda o se niega. Guardiola le apoya.

Hay otros. Benedito, que abomina de Qatar como gran esponsor del Barça, en lo que coincide con otros. Freixa, futbolero y provocador, azote de madridistas. Majó, veterano empresario, nuevo en esta plaza, que viene con Laudrup y asegura que se le ofreció Sergio Ramos. Y también está Farré. Que gane el mejor. De momento gana el ‘soci’, porque hay debate enriquecedor. Al revés que en el Madrid, donde ya son casi imposibles las elecciones. Florentino obtuvo de su domesticada asamblea un cambio de estatutos por el cual para presentarse hay que responder a un retrato robot que coincide pelo a pelo con él.