Tuvo final polémico MotoGP en Holanda. Era previsible cuando dos caníbales del triunfo se lo juegan y tanto Rossi como Márquez lo son. Proclamar tablas es lo más justo en este conflicto de última curva en la última vuelta, porque ambos tienen su parte de razón pero también su responsabilidad. Simplemente jugaban el papel que le correspondía a cada uno en base a sus circunstancias y, por fortuna, todo quedó en un lance de carrera sin desgracias que lamentar. El español tiene ya poco que perder cuando sus opciones al título son casi nulas, así que arriesgó al límite y tocó al italiano haciéndole buscar la escapatoria de hierba en esa doble curva.

Ya que estaba, Vale aprovechó para dar gas (salió de la gravilla a una rueda) y se lanzó hacia una victoria que consideraba suya. En mi opinión sacó ventaja del lance, pero éste se produjo tras un exceso de Marc, así que la sanción a uno debía acarrear la del otro. El beneficiado habría sido un Lorenzo que minimizó daños. Sin embargo, actuar contra dos grandes campeones, tan carismáticos y que tanto espectáculo ofrecen, hubiera supuesto un compromiso para Dirección de Carrera. Honda hizo amago de reclamar, pero no lo concretó y el asunto quedó zanjado.