Renault y su apuesta por la Fórmula 1

Carlos Ghosn es el gran jefe de la alianza Renault-Nissan, el número uno de este gigante automovilístico y un dirigente con las ideas muy claras. Vamos, que lo que él dice va a misa entre otras cosas porque los resultados de los proyectos que emprende le han venido avalando a lo largo de su trayectoria profesional. Se ha hablado mucho últimamente sobre el futuro de la marca del rombo en la Fórmula1 y si ahora Ghosn se cuestiona su estrategia al respecto es que algo va a ocurrir a no mucho tardar. No será ya para 2016 por la premura de tiempo, sí habrá novedades importantes a partir del año siguiente, eso parece ya indudable atendiendo a las últimas declaraciones de este brasileño de 61 años. Y me parece oportuna su reflexión, sus argumentos son muy válidos y comprensibles.

Me parece indiscutible que el rendimiento que un proveedor de motores obtiene de su actividad en los grandes premios no siempre está en sintonía con su esfuerzo. Si la cosa va mal por lo general carga con la responsabilidad del fracaso, mientras que cuando el éxito llega recae principalmente en la escudería, quedando el motorista en un segundo plano que suele exigir una importante inversión añadida para comunicar y rentabilizar que ese coche campeón utiliza su tecnología. El ejemplo más reciente lo tenemos precisamente en la relación de Renault con Red Bull; durante cuatro años la gloria se la anotaron las creaciones de Newey y quien ahora pierde es la unidad de potencia francesa... Ha sido y continuará siendo así siempre, por eso las grandes marcas terminan apostando por su propia escudería, unas con más acierto que otras. Y en esa disyuntiva vuelve a poner Ghosn a su gente de competición, así que pronto veremos qué camino eligen: recuperar su estructura o abandonar.