¿Provocación o hipocresía?

Dos tesis justifican el nombramiento de Conchita Martínez como capitana de la Davis. Una: Ladreda, hombre de confianza de Escañuela, lanza una nueva provocación a los jugadores nombrando a una mujer. Dos: los jugadores han propuesto a Conchita para demostrar que la campaña contra Gala León no era una cuestión de machismo. Ambas teorías son opuestas pero igualmente válidas. El problema es que van en contra de las manifestaciones de Toni Nadal sobre la idoneidad de Gala como capitana, no por ella, sino porque “no es normal que una mujer entre en el vestuario”, porque “el tenis masculino y femenino son distintos” y porque no se imagina “una mujer entrenadora de la Selección de fútbol”.

Toni Nadal no es que sea el portavoz de los jugadores, pero se le puede considerar como tal. Él es quien se ha mojado en este asunto, y ni su sobrino ni sus compañeros mostraron desacuerdo con cuanto decía. El problema, con Conchita, sigue ahí. Además, en la carta que firmaron los jugadores denunciaban en su punto primero la “nula comunicación entre la Real Federación Española de Tenis y el tenis profesional, en especial con los integrantes de la Copa Federación y la Copa Davis”. Que se sepa, Conchita era la capitana de la Copa Federación y responsable, por tanto, de esa nula comunicación. ¿O es que al CSD se le ha ocurrido pactar esta solución transitoria y de emergencia para salir del paso?