El fútbol se queda sin el estadio de la chilena de Pelé en 'Evasión o victoria'

De vuelta. A muchos aficionados aún no les ha dado tiempo en pensar en playa, pero ellos, los futbolistas, ya están de vuelta, deshaciendo poco a poco sus maletas. El balón de la Champions ya rueda. Esta noche se juega la vuelta de la primera ronda previa. En Europa buscan hueco el fútbol de Armenia, San Marino, Andorra o Gibraltar con partidos que seguramente no llegarán a trending topic, pero que también tienen su miga. La historia más curiosa es la que deja la eliminatoria entre el B36 Tórshavn de las Islas Feroe y el The New Saints galés.

Hermanos... y rivales. “Mamá ya ha dicho que no va a venir al estadio porque no sabe a qué equipo debe apoyar”, contaba el delantero del equipo feroese, Lukasz Cieslewicz, de 27 años, antes de la ida. Enfrente su hermano, Adrian, tres años menor y delantero rival. “Es la primera vez que nos enfrentamos”, añadía el mayor, confiado en su victoria por una mera estadística familiar: “Será como cuando éramos niños: siempre ganaba yo”. Pero no. El primer golpe, de momento, lo dio el pequeño. Ganó su equipo, el galés, 1-2. Ningún hermano marcó. Ni tampoco contaron si la mamá al final vio el partido, aunque fuera de reojo y por la tele. Hoy tendrá un déjà vu. O peor. Porque hoy le tocará consolar a uno de los dos.

Del cine al escombro. Y, mientras, el verano se ha llevado ya el estadio donde se rodó el final de Evasión o Victoria en Budapest: allí donde estaba el Hidegkuti Nándor ahora sólo queda una tribuna (que se derribará en breve) y un enorme agujero de tierra movida. El club, el MTK, lo ha derruido para levantar uno nuevo. Más moderno, sí, pero sin la mística de aquel en el que Pelé marcó la chilena más vista de la historia, santo y seña de futboleros y cinéfilos. Y eso que ese estadio había acogido el partido de rebote, porque el Colombes de París, donde la película sitúa los hechos, estaba prácticamente en ruinas cuando ésta se rodó.

Fútbol y libros. Las previas de la Champions, las de la Europa League, los amistosos... El hincha puede combatir de muchas maneras el descanso de las grandes ligas en julio y agosto. Existe otra, capaz de llevar goles hasta la mismita orilla de la playa sin necesidad de televisor. Es la literatura sobre fútbol, que la hay y muy buena. Ramiro Pinilla, por ejemplo, escribió un libro fabuloso sobre el Athletic de los 40 titulado Aquella edad inolvidable. Y Carlos Marañón, otro, Un partido de leyenda, donde el viejo estadio del MTK aún se mantiene en pie.