Un Tour a guantazo limpio

Sólo van tres etapas, y el Tour va a guantazo limpio. El primer día, en la minicrono, fue Nibali el que sacudió. El segundo, Contador, con los abanicos. Ayer, Froome. Principal damnificado, Nairo Quintana, quien como aún no ha dado se las ha llevado casi todas, y ya ha perdido dos minutos con respecto a Froome. Pero como esto no ha hecho más que empezar, aún hay para dar y tomar. Aunque las cosas se empiezan a ver ya claras. Nunca se había visto tan pronto a los gallitos de la carrera en las primeras posiciones. Los cuatro ya están entre los diecisiete primeros. Si queremos contar también a Purito, que en el Muro de Huy se hizo merecedor a ello, entre los dieciocho. Y por ahí andan también Valverde, Van Garderen, Urán...

Este Tour comienza a recordar la Vuelta 2012, en la que Contador, Valverde y Purito se estuvieron dando bofetadas de principio a fin. Todos los días había recorrido propicio para ello. Como el Tour este año. Diríase que el Tour ha copiado el modelo de la Vuelta, de la cual es socio mayoritario, por cierto. Su tradicional semana reservada a los sprinters ha dejado paso a una sucesión de obstáculos, propicios para que en cada etapa suceda algo. ¡Y vaya si está sucediendo! A Contador aún le duelen las piernas por el muro de ayer. Mas no hay motivos de preocupación. No es lo mismo un muro que llega de repente, y ante el cual las piernas se rebelan, que un puerto de los de verdad. Este Tour promete muchas cosas buenas, y lo mejor está por llegar.