Froome, pega; Nibali, flojea

En cuanto el Tour presenta una dificultad, por mínima que sea, hay algún damnificado entre los cuatro gallitos. Ayer fue Nibali. Podría decirse que otra vez. En el Muro de Huy se dejó 11 segundos, y en la segunda etapa, la de los abanicos, 1:28 minutos. Nibali fue quien dio primero, en la minicrono que abrió la carrera, pero desde entonces siempre le han pillado. Aún no ha llegado lo bueno, pero en estos días de tanteo es el que mayor debilidad ha mostrado, y se encuentra a 1:48 de Froome. Quintana está aún más lejos, a 1:56, pero su caso no es el de Nibali. Éste flojea, mientras Quintana espera. Menos ayer, siempre que ha habido algo, le han pillado. Mas no era su terreno. Lo suyo es la alta montaña, que está por llegar.

Contador anda ahí, a 36 segundos de Froome, quien le superó en la minicrono, en la llegada el día de los abanicos y en el Muro de Huy. Puede decirse que en estos primeros intercambios de golpes, Froome se ha mostrado como el más listo, el más atento y el mejor preparado. Cedió 7 segundos con respecto a Nibali en la minicrono, y hasta hoy. No ha vuelto a fallar. Nadie le ha regalado ese maillot amarillo que luce. Tampoco es normal que un favorito coja el liderato tan pronto, pero eso precisamente refleja que en estas etapas ha habido sus peleas y se pueden sacar, por tanto, consecuencias. No son malas para Contador. El martes llegan los Pirineos, y ahí los golpes tendrán mayores consecuencias. Este Tour promete.