Djokovic, Federer y sus técnicos

Nadal ha coincidido con dos tenistas de otro mundo: Federer y Djokovic. Él es el tercero. A Federer, sin llegar a superar su palmarés, le ha llegado a dominar. Pese a ello, el suizo sigue ahí. Este año, incluso obteniendo mejores resultados que Nadal. Djokovic es otra cosa. Djokovic se ha disparado. Va camino de igualar su mejor año. Hasta de mejorarlo. En 2011 ganó tres torneos de Grand Slam —sólo le faltó Roland Garros— y cinco de Masters 1.000. Este año lleva dos de Grand Slam y cinco de Masters 1.000, a falta de que se disputen cuatro más. Djokovic ha puesto tierra por medio, y Federer sigue manteniendo un muy alto nivel, después de quince años ganando torneos. Visto lo que hacen estos dos jugadores, Nadal no puede venirse abajo.

Pero se ha venido, mientras estamos ante un Djokovic superior y un Federer eterno. La de ayer fue la misma final que la de 2014. El tiempo no pasa por ellos; incluso hace mejor al serbio. Éste concede gran parte del éxito a Boris Becker, a quien nombró entrenador-jefe de su equipo. Federer, por su parte, tiene una segunda juventud desde que contrató a Stefan Edberg. No son los primeros técnicos que han tenido ambos jugadores. Cambian cuando necesitan mejorar aspectos concretos de su juego. Nadal, en este sentido, se encuentra estancado técnicamente. Si de ahí vinieran sus males, Djokovic y Federer le están indicando el camino. La solución, si es que es esa, queda en manos de Nadal y de su tío y entrenador de siempre, Toni. Así de fácil.