Lo mejor es que esto ya se acaba

Lo mejor de todo es que esto ya se acaba. Tras el éxtasis de Berlín, consumando un segundo triplete en siete años y abriendo las puertas a pelear por otro sextete, entraron en el juego siete precandidaturas, de las que solo cuatro llegarán con vida al sábado. Bartomeu pinta a favorito por el histórico carácter conservador del soci, porque maneja el poder, sus armas y la ventaja que eso conlleva. Peleó Barto por Qatar como si fuera primo de Tamim bin Hamad Al Zani, el emir absolutista del país asiático y por el Espai Barça, la obra que debe relanzar el entorno del Camp Nou y que genera dudas sobre el precio.

Freixa disfrutó entendiendo que el culé descubría una vía más allá de su figura como portavoz. Entonces fue acusado de sacar de contexto algún acuerdo de la Junta, pero se ganó el respeto para el futuro y ser parte del entorno influyente. Benedito ha estado sembrando desde 2010, cuando sorprendió al quedar por detrás de Rosell, que arrasó con el 65% de los votos. Ayer se le vio cómodo, de menos a más y con un discurso tan constructivo como sano y tan duro como ácido, dependiendo del momento. ¿Y Laporta? Mucho ruido y poco más. Nombres y más nombres en un proyecto de cartón piedra. Lo suyo entre 2003 y 2010 tuvo episodios brutales y momentos delirantes que le sirvieron para perder comba. Iba a comerse el mundo y no pudo (o supo) hacerlo. Esto ya se acaba.