Kiko Casilla por Iker Casillas. Una ‘k’ de más, una ‘s’ de menos. Y se supone que luego vendrá De Gea. Por en medio sigue Keylor Navas, que tras un año sin oportunidades quedará de verdad desairado si el Madrid hace, Van Gaal mediante, ese ‘dos por uno’. Keylor ha dejado caer que si viene De Gea él se va a buscar salida, y seguramente la tendrá. A mí me ha parecido muy buen portero lo mismo en el Levante que en Costa Rica. Nos ha faltado verle en el Madrid, donde hay que intervenir más espaciadamente y con mucho compromiso cada vez. Esa prueba no la ha pasado, ni quizá la pase ya.

Mientras todo se resuelve (De Gea es por ahora rehén de Van Gaal, que quiere vincular en esa operación a Sergio Ramos), el Madrid apuntala la posición con Casilla, buen portero también. Alguna vez ha ido a la Selección, como tercero, y ha llegado a debutar. Catalán, fichado en edad juvenil, se le puede considerar hecho, o al menos finalizado, en Valdebebas. Como en su día Cañizares o hace menos Diego López, vuelve después de haber estado desligado del club. El precio es bajo porque el Espanyol debía dinero al Madrid y porque en cualquier traspaso de Casilla la mitad del valor correspondía al Madrid.

Estos casos de Diego López y Casilla, que no se quisieron eternizar como suplentes de Casillas, me remiten a los que se dieron en su día con Iríbar y el Athletic. Singularmente Deusto, que se fue al Málaga y llegó a internacional. En fin, Casilla por Casillas, que ayer tuvo una buena noticia. El Gobierno, a buena iniciativa de Miguel Cardenal, les concede a él y a Xavi Hernández la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo. Dos amigos, protagonistas de los años grandes de La Roja. Una amistad buena para España, pero que Casillas pagó con la ojeriza del sector bárbaro del Madrid, que lo hay.