Vamos a entrar en la tercera semana del Tour, y la superioridad de Froome es incuestionable. En dos semanas de carrera, lo único que han conseguido sus inmediatos perseguidores es sacarle ocho segundos Van Garderen en la mini crono del primer día y uno en la de por equipos, y un segundo Valverde en el Plateau de Beille y dos en Cauterets. Nairo y Contador, nada después de haber pasado los Pirineos y el Macizo Central, con cuatro llegadas en alto. Quedan los Alpes, sí. Pero los mensajes que ha dejado la carrera, cumplidos dos tercios de la misma, es que a Froome no hay quien le eche el guante. Es más, en cuanto ha habido ocasión, quien ha sacado ventaja ha sido él. En el Muro de Huy, en La Pierre Saint Martin y en Mende.

Si no ocurre alguna barbaridad en los Alpes, lo normal es que Nairo consolide su segundo puesto, y que Valverde y Contador se disputen el actual tercero de Van Garderen. Éste fue quien más tiempo cedió tanto en La Pierre Saint Martin como en Mende, y visto lo que queda, en cualquier etapa alpina puede quedar fuera del podio a poco que se desaten los ataques. Se presume, por tanto, una cerrada lucha entre Valverde y Contador. Para Valverde sería su primer podio en el Tour; para Contador supondría mantener viva la posibilidad de ser el único ciclista de la historia en hacer podio en las tres grandes el mismo año. Eso sí, tendría que plantearse hacer la Vuelta. El desafío merece la pena, porque sería ahora o nunca.