Todo es opinable y, por ejemplo, opiniones como las de la capitana Conchita Martínez y el ídolo de leyenda que es Manolo Santana no cargaban de frente contra Rafa Nadal por su nueva ausencia del equipo español de Copa Davis, sumido esta vez en la catástrofe de Vladivostok. Martínez y Santana aludían al momento ‘complicado’ o ‘delicado’ por el que atraviesa Rafa tras el annus horribilis que lleva, incluido el fiasco ante Brown en Wimbledon. Pero antes y después de Rusia, la sensación es que Nadal cometió un grave error al no alistarse.

Nadal ha perdido chispa en el juego, revoluciones y peso en el tiro de drive (que, según Toni Nadal en Wimbledon, se habría modificado a propósito) y algo quizá peor: la descomunal mentalidad de sacrificio que le hacía revertir presiones y derrotas. Sano y sin lesiones, Nadal tenía poco que perder al jugar en Rusia: defendía a España, se probaba en pista dura, rescataba imagen popular, hacía equipo... y no lo hizo. Ahora, Rafa, en una encrucijada crítica, solo defiende 190 puntos hasta 2016. Va a Hamburgo. No queremos puntos. Nos bastaría con recuperar a Rafa. ¿Volverá?