El Elche no merece a sus dirigentes

Parece que fue ayer cuando el Elche celebraba en el Martínez Valero su salvación en Primera División. Tres jornadas le sobraron para imponerse a la lógica y seguir en la Élite. Todas las dificultades que condicionaron el proyecto franjiverde no fueron suficientes para hundir a un equipo forjado a base de golpes. Dos meses después, el escenario es otro muy diferente. El futuro más optimista, ahora, pasa por Segunda División. El fantasma del descenso administrativo sigue sobrevolando el club.

Anguix necesita 7’2 millones de euros para no caer más bajo. Con menos de la mitad le vale para saldar la deuda neta con la AFE. Ayer garantizó una solución al “cien por cien”. Lo hizo con el aval de su palabra, el mismo pagaré que no valió para seguir en Primera División. El valenciano viste de Sepulcre para aferrarse al cargo pese a que no ha cumplido sus promesas. Los empresarios ilicitanos piden su dimisión para liderar una gestora y evitar la debacle. El amigo Alfredo Matilla me escribió ayer lo más sensato que he leído estos días: “Igual no merecíais ese castigo, pero lo que es seguro es que no merecíais esos dirigentes”. Ni a esos ni a estos.