Simple cuestión de pegada. Benítez dejó claras sus cartas desde el segundo día y planteó un once-tipo que está calcado al Madrid de Ancelotti. Cuando vuelva James, seguramente ocupará la plaza de Isco (¡salvemos al mariscal malagueño!), y pongan a Keylor en lugar de Casillas. Entiendo esta apuesta de Benítez porque ese once titular es una colección de joyas y diamantes. Si el Madrid falló la temporada pasada fue por la lesión de Modric y la falta de fondo de armario en el banquillo.

Pero esto último está solucionado gracias a las magníficas repescas. El gol de Cheryshev es una buena prueba de ello. Lo importante es que ya se van viendo los automatismos del nuevo proyecto y la goleada ante el City nos da numerosos motivos para alimentar la esperanza de la afición. Ver marcar a Cristiano y a Benzema ayuda a creer en esta delantera letal que cuando esté engrasada deberá ser de nuevo determinante. Todavía es pronto, pero este Madrid me empieza a entusiasmar...