Hungría, Vettel, Alonso, Hamilton... y Jules Bianchi

La Fórmula 1 se toma un descanso veraniego, hasta el 23 de agosto en Bélgica, dejándonos el buen sabor de boca de una sensacional carrera en Hungría. Hacía tiempo que no disfrutábamos de tanta acción, alternancia y emoción en pista, sumándose además el mejor resultado de Alonso en lo que va de año, un quinto puesto que demuestra que pasó de casi todo en ese revirado circuito próximo a Budapest. Segunda victoria de la temporada para Vettel en otra jornada para olvidar de los Mercedes, ya que sólo así parece que puede ganar un monoplaza que no sea plateado. Hamilton me dio la impresión de estar nervioso y con tendencia a la precipitación (también rapidísimo, desde luego) pero tuvo la suerte del campeón con el toque que Ricciardo le dio a Rosberg.

Los incidentes, las sanciones e incluso el coche de seguridad circulando por el pit lane aportaron el picante necesario para que pudiéramos digerir ese nudo en la garganta que nos provocó el emotivo homenaje previo a Jules Bianchi, tan presente durante todo el fin de semana en Hungaroring y en el corazón de todos. Entre tanto tumulto, la suerte quiso estar esta vez del lado del McLaren Honda, con ambos coches a buen ritmo en un trazado en el que el motor importa más bien poco y que, además, no se vieron afectados esta vez por problemas de fiabilidad. Lo peor del día, sin duda alguna, otro inoportuno abandono de Carlos Sainz, muy solvente durante toda la competición y que merecía bastante más que conformarse con llevar hasta los boxes un Toro Rosso renqueante.