Las lesiones de hombro como esta generan un problema claro de dolor que impiden al nadador entrenarse y, por tanto, competir a buen nivel. La gravedad depende siempre de lo cronificada que esté la dolencia. En el alto rendimiento, las bursitis y las tendinitis aparecen por el sobreuso. En el caso de la natación, los hombros son el principal caballo de batalla del deportista y una de las partes del cuerpo que más sufre. Existen armas terapéuticas para controlar lesiones así y curarlas. Una de las principales es el descanso, pero también es necesario recurrir a la fisioterapia y, en ocasiones, si el problema aumenta, a la infiltración.

El hecho de que Mireia tenga problemas diferentes en los dos hombros no tiene porque tener en principio una correlación, aunque habría que ver el caso más en profundidad… Creo que si ella no ha acudido a los Mundiales de Kazán es porque su equipo médico, ella y su entrenador, ha visto que el problema se podría agravar si competía.

Antoni Turmo es médico del Espanyol y del CAR.