F. J. Díaz

Mario: una despedida ejemplar

El Atlético nunca ha sido un club que se haya caracterizado por cuidar los detalles. Más bien al contrario. Pero ahora parece convencido de la importancia que tiene como institución. La despedida de Mario Suárez fue ejemplar, en su justa medida. La afición atlética no puede caer en el error de pensar que todos los jugadores son de pequeños del Atleti. Los seguidores de Barcelona y de Real Madrid creen que el mundo gira a su alrededor y que todo niño nació con el único objetivo en la vida de jugar en esos dos clubes. Ni Miranda ni Arda, por ejemplo, se criaron en la casa rojiblanca. Dieron un excelente rendimiento y, cuando creyeron oportuno, se fueron. Por mucho que duela, ellos no han sentido el Atleti como lo hacen los aficionados atléticos.

Mario sí, él soñó desde que empezó a dar patadas al balón con jugar en el Atleti. Se crió en el casa, le enseñaron, y mamó lo que es sentir esa camiseta, vivió derbis desde chaval, alegrías y sinsabores... Por eso merecía una despedida así. Ayer, al poco de irse, Luiz Pereira apareció en la sala Vip del Calderón. Él fue una leyenda del Atleti y sólo, entre comillas, ganó una Liga y una Copa. Mario Suárez, seis títulos. El brasileño contemplaba admirado esos trofeos. Enhorabuena al Atleti por despedir así a uno de los suyos.