El favorito de Red Bull es Verstappen, no Sainz

Red Bull revolucionó el pasado año la Fórmula 1 cuando anunció el fichaje de un jovencísimo Max Verstappen para subirle, ya en 2015, en uno de los Toro Rosso. Una apuesta atrevida de la escudería energética, cuestionada por muchos y que buscan validar a toda costa. Hubo un momento en el que Carlos Sainz, acreedor por derecho propio de uno de esos volantes, estuvo fuera del proyecto y sólo la carambola que provocó la fuga de Vettel a Ferrari, y la consecuente llegada de Kvyat a la primera escudería, le abrió de nuevo al madrileño la puerta de los grandes premios. Pero eso no quiere decir que en Red Bull no quieran seguir teniendo razón, que deseen convencer al mundo entero de que el holandés es, como algunos se han atrevido a decir, el mayor fenómeno de este deporte desde Ayrton Senna.

Una situación que deja, nos guste o no, a Sainz en una posición comprometida. Su rendimiento está siendo muy superior al de su monoplaza y tres abandonos consecutivos por causas mecánicas se antoja un tributo demasiado alto para un debutante, obligado a refrendar en su primer año que merece un puesto entre los mejores. Verstappen es buenísimo, resulta indiscutible, pero Red Bull también le ha estado apoyando incondicionalmente incluso desde antes de empezar el Mundial, cuando realizó la pretemporada más completa que permitían las limitaciones de reglamentación, incluyendo interminables sesiones de simulador y argucias varias para rodar en pista. Así que al español sólo le queda hacer lo que le ha tocado en los últimos tiempos de esta aventura, remar contracorriente y sobreponerse a inconvenientes como una pésima estrategia en el último GP de Hungría. Por suerte, se apellida Sainz y puede con eso… y algo más. Si en Red Bull no son capaces de verlo y valorarlo, estoy convencido de que otros lo harán.