Michele Mouton ha patinado con Carmen Jordá

Resulta evidente que Carmen Jordá es blanco fácil para las críticas. Piloto, con físico atractivo, simpática, centro de interés general y ahora en un equipo de Fórmula 1. Muy tentador para el ataque fácil, el injustificado y sin fundamento. Cada vez que sale por la tele durante un gran premio, un envidioso se revuelve en el sofá. Cosas de la especie humana, a menudo cruel y despiadada. En todo caso, algo que la alicantina ya sabe y asume, lleva conviviendo con ello desde que comenzó a correr y lo de “la tienen por ser mona” es una muletilla que a estas alturas no debería sorprenderle ni siquiera molestarle, ladran luego cabalgamos… Porque pese a todo ahí está, aprendiendo mucho en Lotus y peleando por la oportunidad de ponerse algún día al volante de uno de sus monoplazas.

Entiendo, sin embargo, que le hayan enfadado las declaraciones de Michele Mouton sobre su papel en este proyecto. La francesa merece todos los respetos como gran piloto de rallys que fue pero diría que en este asunto ha perdido el rumbo. Tiene razón Jordá al recordar que siempre es un atrevimiento opinar sin conocimiento de causa, pero que lo haga una directiva de la FIA que se encarga precisamente del deporte femenino roza lo esperpéntico. Su prioridad debería ser apoyar y aplaudir iniciativas como la de Lotus y pilotos como la española, dejando otro tipo de valoraciones al margen. Por si éste principio básico careciera de suficiente peso, también se equivoca en sus apreciaciones, como bien dice Carmen desconoce cuál es su papel en la escudería, sus proyectos y su preparación. Mouton ha elegido el rincón equivocado del cuadrilátero, su labor pasa por apoyar la integración de la mujer en el deporte y no dinamitarla. Quizá debería reconsiderar su punto de vista…