P. P. San Martín

Benzema, Cristiano y Bale no coordinan bien

Una constante reconocible en el sistema de Benítez en cualquiera de sus equipos es la presión al rival. Y el Madrid está en ello, con éxito variable. Ayer, ante el Milán, chirrió sobre todo en lo que les tocó a Bale, Benzema y Cristiano, quienes pusieron voluntad en el trabajo del achique, sin demasiada recompensa. Aún parecieron descoordinados, sobre todo erráticos en el sitio y el momento en el que tenían que ahogar al rival milanista.

Benítez quiere que la presión empiece arriba, pero con orden y en armonía, todos a una, desde los atacantes a los medios. Ante el Milán redujo espacios mejor la media y la defensa que la BBC. Tanto fue así que Bale y Cristiano no pudieron reprimir en alguna ocasión su gesto de frustración al ir corriendo al achique, darse la vuelta y verse solos en la lucha. Se observa que Benzema tiene serios problemas para acertar en el modo de iniciar esa presión a la salida de balón enemiga.

Multi tarea. Es evidente que a Benítez no le basta con que Bale, Cristiano y Benzema elaboren buenas jugadas de ataque. Les pide más. Quiere que intercambien posiciones, que mantengan una permanente tensión por recuperar el balón y que vayan a defender.

Ante el Milán se vio, igual que en partidos anteriores, que los tres tienen que bajar al área propia en los córners, o en acciones previsibles de ataque rival. Esta multi tarea ha de ser asumida por el trío, en especial por Benzema. Bale está entregado a dejarse la piel en el campo, Cristiano también reacciona a las órdenes de Benítez.

El sistema de presión exige rodaje y sacrificio. El Madrid no tiene costumbre y a Benítez le costará implantarlo.