La Selección no es la prioridad

La Selección de baloncesto inicia el camino hacia un nuevo campeonato. Esta vez el Europeo es un punto y seguido, porque abre las puertas de los Juegos Olímpicos, que es realmente el gran objetivo de la Selección. Para asegurarse la participación en los Juegos hay que quedar primero o segundo en el Europeo, y este equipo tiene capacidad para ello, pese a que el mejor pívot de la NBA, Marc Gasol, no ha querido formar parte de él. Los jugadores mandan mucho, y a veces se sufren las consecuencias. El año pasado, Marc Gasol tuvo una actuación desastrosa en el partido ante Francia que nos eliminó del Mundial, y luego trascendió que había jugado sin dormir tras haber asistido el día anterior al nacimiento de su hija en Barcelona.

Ayer mismo, Pau Gasol tampoco estuvo en la presentación del equipo, y hoy los patrocinadores de la Selección también le echarán de menos en los actos oficiales, tan capitales para la Federación, que ahí comenzaron los problemas con Pepu Hernández. El jugador se encuentra en África, como su hermano, atendiendo un compromiso de la NBA, que ha montado un partido de exhibición en Johannesburgo. Actuaciones de este tipo reflejan que la Selección, como la Copa Davis en el tenis, suele quedar en segundo plano. Afortunadamente, no para todos (en Llull es inimaginable), pero suelen ser nuestros mayores ídolos quienes no siempre dan el mejor ejemplo de compromiso. Así será el deporte profesional, pero esto en el fútbol no ocurre.