Proteger a Bale de sí mismo

Lo conté a mediados de junio: Bale no quería jugar en la izquierda (ni en la derecha) como se decía entonces, sino de mediapunta. Así se lo había pedido al Madrid a través de su agente, Jonathan Barnett. Fue durante una reunión con los responsables del club cuyo objetivo era asegurar que el jugador galés no se dejase seducir por cantos de sirenas de la Premier. Un encuentro muy constructivo porque hay que reconocer que Bale ha vuelto de vacaciones con muchas ganas de demostrar su (incuestionable) valor futbolístico. Lo que no sabíamos entonces es que Benítez iba a acceder tan fácilmente y tan rápidamente a los deseos personales del jugador.

Un posicionamiento justo por detrás del nueve que deja dudas al madridismo y, quién sabe, quizás también al propio entrenador. Cierto es que con Gales le va bien, pero esa selección no tiene nada que ver con el Madrid, ni a nivel de estilo de juego ni por supuesto a nivel de calidad de plantilla. Benítez, un míster que tiene mucha más mano izquierda de lo que se estaba vendiendo a su llegada, debe de ser consciente de ello, pero ha querido darle una oportunidad y un margen de confianza.

Sin embargo, por su propio bien y por los intereses del equipo, sería útil proteger a Bale de sí mismo y ponerle en una banda, donde puede hacer valer su fantástica velocidad. Recordemos lo que Ancelotti fue capaz de hacer con Di María en contra, al principio, de la voluntad del argentino. Él quería jugar de delantero y a la derecha y Carletto le convenció de que debía actuar en el medio y en la izquierda. Y así el argentino fue decisivo en la conquista de la tan ansiada Décima. Un ejemplo a seguir con Bale.