Pasó el partido de Valerenga, donde hubo más decorado que fútbol. Bella tarde (¡qué bonitos son los veranos por esas tierras!), campo lleno y entusiasmo. Pero ni el Valerenga sabía pasar de medio campo ni el Madrid meterle un gol. Pena que los dos últimos partidos, sin gol, hayan deslucido lo que iba como una bonita pretemporada. La baja de Cristiano se nota demasiado, como es normal. Tampoco ayuda, y no quiero ser pesado, la posición de Bale, que tiene mejores condiciones para el ataque en la banda. Hay que convencerle de que juegue ahí... y de que baje. Benítez necesita ayuda para eso.

Se le ve un poquito de mal humor. “No son lesiones, sino molestias”, protesta. Me recuerda aquel matiz del ‘alta médica’ y ‘alta competitiva’ de Mourinho con Casillas. Lesión o molestias, Cristiano (que ayer se retrató en un pantano, con su hijo, y lo mostró en Instagram) se ha perdido tres partidos, los dos de Múnich y el de ayer. No uno, como dice Benítez, sino tres. Por suerte, queda otro en la pretemporada. Aunque en Múnich Benítez daba el de Valerenga como el último partido de preparación, he aquí que Florentino ha reflexionado para bien y habrá Trofeo Bernabéu, el martes 18.

Muy bien. Más alegría hay en el Cielo por un pecador arrepentido que por cien justos que hacen penitencia. Florentino, que el año pasado se fumó este torneo pretextando que no había fechas (hay fechas para lo que se quiere) lo recupera este año. El Barça le saca a su Gamper, que nunca se le ha ocurrido interrumpir, unos beneficios estupendos, porque lo agita y lo convierte en un evento entre turístico y deportivo. Y resulta. Así que lo mantiene, con o sin supercopas, que este año tiene las dos. De un tiempo a esta parte, hay cada vez más cosas que el Barça hace mejor que el Madrid. Antes era al revés.