¿Seguirá el buen rollo en MotoGP?

Al finalizar la carrera de MotoGP en Indianápolis todos los inquilinos del podio estaban felices, parecía un día de elecciones. Márquez porque había ganado, Lorenzo le había recortado algunos puntitos a Rossi y el italiano había minimizado los daños de lo que pudo ser mucho peor para su liderato. Quizá por ello hubo tan buen rollo entre los tres protagonistas justo antes de la ceremonia de entrega de trofeos y también durante la rueda de prensa posterior. Se escuchaban atentamente, bromeaban entre sí, sonreían… Me gustó mucho el ambiente, se nota que estos tres campeones se respetan y saben que el desafío que se plantean no es sencillo para ninguno precisamente por la calidad de los otros. Así deberían ser las cosas, en un mundo ideal el deporte consiste en eso aunque personalmente tengo dudas de que el Mundial vaya a acabar con la misma cordialidad.

El propio Lorenzo, en la entrevista que publicamos en AS el pasado sábado, ya pronosticaba “roces y polémicas”. Y no es nada atrevido su vaticinio porque a medida que transcurran los grandes premios, las diferencias se acorten (como es previsible) y las oportunidades se acaben la tensión sobre el asfalto subirá muchos enteros. Llegará un momento en el que a ninguno le servirá contemporizar, que la victoria se convertirá en un imperativo (ya lo es para Márquez) y entonces vendrán los toques y los conflictos. No olvidemos que nos referimos a auténticos caníbales del triunfo, tres grandes que persiguen un objetivo común que sólo puede tener un dueño. Ojalá no ocurra así y la armonía continúe hasta la última carrera en Valencia, eso querrá decir que la rivalidad no ha ido más allá de la pista.