A 33 grados, como vive ahora Sevilla

Hace justo un año, el Sevilla llegó ilusionado y convencido a la lluviosa y fría Cardiff en el puesto 32 del ranking UEFA. El Madrid, Cristiano más concretamente, le revolcó. El lunes aterrizó a 33 grados en la calurosa Tbilisi (el nombre deriva del término georgiano tpili, que significa “agua caliente”) como equipo número 18 de Europa y, lo que suena más celestial, con el mejor cuarto coeficiente (32.042) de la temporada 2014-15, sólo superado por Barça (38.042), Real Madrid (33.042) y Juventus (32.800). Escarmentado por lo sucedido la temporada pasada, Emery puso a entrenar a sus jugadores el 8 de julio para sacar ventaja a su rival...

Una barbacoa, sin embargo, ha tirado el plan y la defensa a la papelera. Nzonzi, uno de los fichajes del año (9,5 millones) se quedó en Sevilla. Kolo no juega, Rami está disminuido por la inoportunísima salmonela y entre el sevillista cundió cierto desánimo a echar de menos la raza de Mbia, Bacca y Aleix, artífices del título en Varsovia. Fue llegar a Georgia, sin embargo, y volver a creer. Emery, líder indiscutible de la idea, proclamó que “rugirán”. Y de pronto todos se acordaron de que el Sevilla sabe jugar finales, del “dicen que nunca se rinde”, de la carrera memorable de Puerta en Mónaco. Y de todo lo que tiene este año: Reyes, Banega y Vitolo más los ilusionantes Konoplyanka e Inmobile... Y desde el hotel Holiday Inn de Tbilisi, donde vela armas, llegó este mensaje: “Daremos guerra”. Y a 33 grados, como vive estos días Sevilla...