El Madrid necesita tener una dirección deportiva en su organigrama

Un ejemplo. La Juve que llegó a la final de la Champions formó una de las medias más potentes de Europa (Vidal-Pirlo- Pogba) con diez millones de inversión, cuatro menos de lo que el Madrid pagó por Lucas Silva. Pirlo y Pogba ficharon a coste cero. Por Vidal pagaron diez millones y lo han vendido por 36 al Bayern después de cuatro temporadas exitosas. Por Pogba sacarán, como mínimo, 80 millones...

Hay nivel. España no sólo exporta ya futbolistas. También hay directores deportivos (o integrantes de sus organigramas) que son referentes. En la Juve está, siguiendo con el ejemplo, Javier Ribalta, colaborador directo de Marotta. La Vecchia Signora baraja una amplia cartera de futbolistas que terminan contrato a dos años vista. Y empiezan a mantener contactos y a cerrar operaciones con ellos con ese mismo margen de tiempo (Llorente, Khedira...). Previsión. Es sólo una parte del trabajo. Otra es detectar talentos y apostar por ellos (muy jóvenes o jóvenes pero ya hechos como Morata).

Más casos. Monchi abandera el más notable como director deportivo en España, pero su fidelidad al Sevilla le impide salir fuera. Novias no le faltan. El Betis acaba de contratar a Eduardo Maciá, que viene avalado por su paso por el Liverpool más exitoso de los últimos años (allí coincidió con Benítez) y por haberle dado la vuelta como un calcetín a la Fiorentina (tras llegar cambió al 95% de la plantilla) para devolverla a la élite. Beguiristain en el City (éste con dinero para gastar), Juanjo Lorenzo en Olympiacos... La oferta es amplia. Tras lo que hizo en el Málaga y en la Selección, nos quedamos con las ganas de saber cómo le habría ido en el Madrid a Hierro en ese puesto, pero ya estaba copado por Florentino Pérez.

La Casa Blanca. Se suele tirar de una frase hecha: “Cuando el Madrid quiere a un jugador el precio sube”. O no. Sube más cuando se contrata por impulsos y sin planificación. Y cuando los demás lo saben. El club blanco fichó a Kroos (que ha resultado magnífico) a su precio de mercado, 25 millones, y no al de un jugador al que queda un año de contrato. Por Danilo pagó 31,5 en las mismas condiciones. Por De Gea rondará los 40 millones en el mismo caso... Se ha convertido en un tic peligroso sobre el que habría que meditar.

El mundo real. Miembros de las direcciones deportivas de los principales equipos de Europa coinciden en las grandes citas del fútbol base. En los vuelos, en las gradas... Hasta cenan juntos. Suelen ser siempre los mismos. Se extrañaron de que no hubiera nadie del Madrid en el Europeo Sub-19 de Grecia ni en otras citas parecidas. Y se dan a sí mismos una explicación: “Al Madrid no le hace falta, llega el último cuando hay mucho ruido y pone más dinero”. Por eso Odegaard cobra 1,2 millones con 16 años y al Madrid le hace falta un director deportivo.