Genialidad de Marcelo y muchas dudas

Benítez destapó cartas en el Trofeo Bernabéu, que honró con una alineación de salida con vitola titular. Faltaban por lesión Varane y Pepe, lo que dio entrada a Nacho, y Benzema, una ocasión más para Jesé. En el equipo de salida pasaron Keylor por delante de Casilla, Danilo de Carvajal e Isco de James. Preferencias que va fijando Benítez. Las dos primeras eran esperables, la tercera podía crear más dudas. Pero es que Isco está fenomenal. James llegó algo más tarde y le tocará esperar un poco. El curso pasado, cuando estuvieron todos, para Ancelotti fue al revés: Isco quedaba fuera en favor de James.

Los cuatro del ataque, Isco, Bale, Jesé y Cristiano, jugaron en un modelo que podríamos llamar casi como de noria, alternando las posiciones. Esa fórmula de cuatro arriba sin sitio fijo la empleó con máxima eficacia Pellegrini en el Villarreal, aunque con llegadas más frecuentes por las bandas. Uno se preguntaba si no irían mejor las cosas con Jesé por la derecha, Bale a la izquierda, Cristiano por la punta e Isco detrás de él. Jesé se vio algo perdido, salvo cuando desbordó por la derecha. Los laterales apoyaron sólo a medias. Danilo estuvo impreciso y Marcelo subió algo menos de lo que solía.

Enfrente estuvo un Galatasaray muy técnico, seguro con el balón y con un punto de rodaje más que el Madrid, lo que dio lugar a un partido equilibrado, más de lo que el público hubiera esperado. Con los cambios, el Madrid pasó a un 4-4-2, con Cristiano y Bale arriba, pero no mejoró la cosa. Tuvo que ser Marcelo, con una subida genial, quien resolviera el partido. Fue la gran nota alegre del Madrid en un verano más bien tristón. Bale, cambiado muy al final, se fue entre división de opiniones. Lo de su posición en el campo no termina de convencer. En fin, victoria apurada y muchas dudas.