El Barça empezará esta Liga sin Piqué

A Piqué le han caído cuatro partidos por insulto grave al linier, según da por bueno el juez único de la Federación. El Barça, por cierto, se despistó. Mandó sus alegaciones al Comité de Competición, que entiende en las causas de la Liga, no al juez único, que entiende en las de la Federación, organizadora de la Supercopa. Despiste inducido por los meandros cambiantes de nuestro sistema futbolístico-judicial, pero que tampoco son tan complejos como para que los desconozca todo un Barça. Con los sueldazos que se pierden en nuestros grandes clubes, tienen delito despistes de este calibre.

Piqué, salvo improbable apiadamiento de Apelación, se perderá cuatro partidos de Liga. Quedó atrás lo de que las cosas de la Supercopa se pagaban en la siguiente. Eso libró a Mourinho tras el dedo en el ojo de Tito Vilanova. Quedó atrás lo de que insultar al árbitro era ‘desconsideración’, feo apaño del ‘villarato’ para que Negredo jugara la final de Copa ante el Atleti, favorecido a su vez por Villar, que obtuvo moratoria para Agüero y Forlán en la Copa América. Las normas son otras. Ya cambiaron antes de este partido. Sergio Ramos paró cuatro partidos por insulto a Ayza Gámez.

Piqué protesta que no insultó al linier. Es palabra contra palabra. No hay imagen concluyente, o al menos no la ha encontrado TV3, pero eso tampoco es prueba a favor de Piqué. El acta pesa mucho, es ley, salvo prueba en contra, que no hay. Y hay un pasado que no le ayuda: escupitajo al federativo Pedro Cortés, bombas fétidas, burreo impresentable a un guardia urbano, el móvil en el banquillo... Y las del Madrid por medio: la manita, el boti, Kevin Roldán, y la vuelta ‘para que se jodan en Madrid’. Tengo la pesada impresión de que el de los líos siempre es el mismo. Será por eso que no le votaron capitán.