Juan Carlos Valerón regresa el sábado a Primera y al Calderón. El fútbol le ha dado la oportunidad al Flaco de recibir un merecido homenaje de despedida durante toda esta temporada en cada estadio de Primera. Valerón es un genio, uno de los futbolistas de mayor talento y calidad que ha dado España. Un jugador que volvió a jugar después de tres graves operaciones de rodilla y que regresó con gran sacrificio cuando se imponía la retirada. Y siguió haciendo fútbol en verso. Esas lesiones encadenadas le impidieron formar parte de La Roja campeona de Europa y del mundo porque hubiera sido un socio ideal de esos locos bajitos del tiqui taca que juntó Luis.

Igual que disfruté dos años del día a día de los galácticos y de los rondos en los entrenos de la Selección tricampeona, tuve el privilegio de gozar y alucinar al ver a Valerón a diario entrenando dos años en el Atleti. En su etapa de colchonero, en el Calderón algunos le silbaron (no muchos, los mismos que a Caminero), pero todos los atléticos aplaudirán el sábado a El Mago de Arguineguín. Y en las redes sociales hay un hashtag obligado cada jornada: #UnaOvaciónaValerón.