La cantera y los Valores no casan con el Fair Play Financiero y el EBITDA

Es la economía. Bill Clinton cambió el signo de las elecciones americanas que le enfrentaban a George Bush padre cuando ante el músculo que exhibía el presidente con sus supuestos éxitos en política exterior (fin de la Guerra Fría y goleada en la Tormenta del Desierto) apeló al bolsillo de sus conciudadanos con la frase: “La economía, estúpido”. Algo así les pasa a todos los grandes clubes del mundo. Todos quieren tener en su primer equipo jugadores de la cantera, pero al final hay que cuadrar cuentas y manda la economía. Incluso en el Barcelona, el club al que no se le puede negar haber alcanzado los más grandes éxitos basándose en su cantera.

¿Valor o negocio? El Barça, equipo al que se ha acusado no sin falta de motivos de ser tradicionalmente un mal vendedor, ha ingresado en los últimos cinco años 83 millones de euros traspasando a jugadores formados en su fútbol base. Esta temporada, sin ir más lejos, ingresará 27 por Pedro, 10 por Adama y seis por Deulofeu. 43 millones limpios y directos a la amortización de unas cuentas que serán ovacionadas en octubre por los compromisarios.

Crecer duele. El Barcelona tiene un problema que va más allá de la actitud de Piqué. Se llama masa salarial. A pesar de disponer de un presupuesto de más de 500 millones de euros, el club blaugrana destina el 73% de sus ingresos a pagar nóminas. El 65% van dedicadas al fútbol, el 8% restante se reparte entre las diversas secciones (deficitarias, por cierto). La UEFA, en su política de Fair Play Financiero exige que los gastos de los clubes en salarios estén entre el 55 y el 70% del presupuesto. El Barça, en sus Estatutos es aún más riguroso. Una junta que gaste por encima de lo que ingresa dos años consecutivos está obligada a dimitir.

La que se avecina. Teniendo en cuenta que el Barça debe afrontar un gasto faraónico de 600 millones en el Espai Barça (nuevo campo, dos Palaus y nuevo Mini, como mínimo) y que está pactado renovar, sí o sí, a Neymar este año (y a precio de percebe en Navidad) tampoco sorprende que para cuadrar el EBITDA (beneficio antes de impuestos) la cantera haya dejado de encarnar Els Valors para ser sólo un valor. Para cuadrar números, no queda otra que vender lo que no ha costado. Como dijo Clinton: “La economía, estúpido”.