Es verdad que el calendario se ha retocado dos veces en unas semana, que Tebas y Villar no se pueden ver, que hay horarios horribles, que el campo del Getafe está siempre vacío, que muchos otros muestran las primeras filas sin gente, que no todo el mundo cuida el césped como debe, que Mateu Lahoz arbitra de una forma y los demás de otra, más todas esas cosas de las que nos quejamos, sobre las que no me voy a extender. Pero aun con todo eso, la española es la mejor Liga del mundo. Todo eso urge corregirlo, pero basta una mirada al ‘Ránking UEFA’ para poner las cosas en su justo término.

El ‘Ranking UEFA’ se hace con los cinco últimos años de las competiciones europeas. Y ahí La Liga arrasa: 84.427 puntos, frente a los 65.479 de la Bundesliga, a la que sigue la Premier, con 64.346. Esa es la verdad última, el poder deportivo que emana de este campeonato que disfrutamos cada fin de semana. Y no son sólo el Madrid y el Barça. Sevilla y Atlético han ganado títulos muy recientemente, algo más allá el Valencia, el Athletic ha estado no hace tanto en una final. Este año, si el Valencia hace valer en Mónaco su 3-1 de la ida, España tendrá el récord de cinco equipos en la Champions.

Así que, decía, no son sólo el Madrid y el Barça, aunque sean sobre todo ellos, con su tremendo atractivo y sus Messi y Cristiano, que se reparten los últimos siete Balones de Oro. Ellos le dan a La Liga una dimensión universal que nunca tuvo antes. Cómo será la cosa que nuestro entrañable Rayo Vallecano se ha comprado el Oklahoma City, ahí queda eso, muestra extrema de hasta dónde está dispuesto a llegar nuestro fútbol, que inunda con jugadores y entrenadores todo el planeta. Hoy vuelve La Liga, con la visita del Sevilla al Málaga, en plena Feria de la ciudad. Podemos mirarla con legítimo orgullo.