Pijnen desquició a Pérez Francés y aburrió a Linares

La Vuelta sale hoy por sexta vez de la provincia de Málaga. La primera fue en Fuengirola, con un prólogo en 1972 que se llevó el neerlandés Marinus Augustinus Josephus Pijnen (Woensdrecht, 3-9-1946), más conocido como René Pij­nen. En 1971 también había ganado la crono inicial de Almería y en 1970 estuvo a punto en Cádiz, pero una caída a 20 metros de la meta le dio el triunfo a Luis Ocaña.

A Pijnen se le dio bien la Vuelta. Vistió 18 días el maillot amarillo y ganó cuatro etapas. Tres de ellas fueron cronos cortas... Y en las tres batió al mismo ciclista: José Antonio González Linares. En 1971, por dos veces: en Almería (4,2 km), por 6 segundos, y en la crono final de Madrid (4,5 km), por 1”. Y en 1972, en la citada de Fuengirola (6 km), por 2”. “Nunca le pude ganar. Venía del velódromo y tenía una arrancada impresionante”, recuerda Linares. Actualmente aún es el tercer pistard con más triunfos en los Seis Días con 72, por 88 de Patrick Sercu y 74 de Danny Clark.

Pijnen fue el principal culpable de que Linares nunca liderara la Vuelta. Pero hubo otros. El día después de Fuengirola, el holandés se descolgó camino de Cabra. Linares era líder virtual. Lasa y Perurena, sus compañeros en el Kas, iban en la fuga. Si ganaba Lasa, cogía el maillot amarillo, aunque Toño confiaba en que su compañero de habitación, Peru, lo impidiera. No lo hizo.

En el Tour de 1969, Pijnen se cruzó en el camino de otro cántabro. Rik Van Looy se había fugado a 99 km de Nancy. Tenía 35 años y era su última campaña. En el grupo de ocho perseguidores, su gregario Pij­nen se dedicaba a incordiar para dificultar la caza. La tercera vez que cargó contra Pérez Francés, le agarró incluso del maillot. El español no aguantó más, sacó un pie del rastral y le tiró con una patada en el manillar. Van Looy ganó con 42” y Pérez Francés fue penalizado con cinco minutos.