Correa no defraudó en su debut oficial en el campeonato liguero. Cada vez que salta al terreno de juego responde de largo a las expectativas que ha levantado en el Atlético. Fue el punto positivo de las nuevas caras de la delantera rojiblanca, ya que Jackson Martínez estuvo desaparecido en combate. Al colombiano se le notó que todavía no conoce ni a sus compañeros ni el fútbol español. Tampoco el sistema de juego de Simeone, por lo que tiene mucho camino por andar. Ya ha demostrado en el Oporto sus grandes condiciones goleadoras, pero nuestra Liga es otra historia. Hasta los defensas de Las Palmas siempre le ganaron en el fútbol aéreo, que es una de sus principales virtudes.

En cambio, la salida del chaval Correa fue un soplo de aire fresco para el Calderón. Evidenció desparpajo, velocidad y se sintió hasta protagonista en muchas ocasiones. Es un futbolista llamado a ser otro de los grandes Pichichis que el Atlético ha sabido descubrir en los últimos años. El club madrileño ha sabido anticiparse y le fichó antes que otros grandes clubes europeos. No para de moverse y sabe encontrar los huecos que pocos se imaginan. Su conexión con Óliver promete jugadas inolvidables. Son el futuro colchonero y seguro que no van a decepcionar a nadie. Ahora el Cholo tiene que atarse los machos y repasar muchos puntos oscuros pensando en las citas de Sevilla y Barcelona, que van a ser decisivas esta temporada. Las grandes emociones comienzan muy pronto este año en el equipo rojiblanco.