Alonso te has ‘equivocao’ majete

Era uno de esos momentos para uno mismo. Les cuento. Primeros días de vacaciones, mi mujer y las niñas recordando que existe una cosa llamada siesta, así que me bajo al paseo de El Campello, ese pueblecito al lado de Alicante, ya llevaba tiempo soñando con tomarme un helado de avellana en un sitio que se llama Pinocchio. Antes me paso a comprar los periódicos, el AS, El País y El Mundo, y cuando ya me estaba sentando aparece un tipo con una toalla a la espalda, una gorra de Ferrari y una hamaca roja medio destrozada. “Eeeeehhhh”, me grita.

“¿Tu eres el Manu Franco ¿no? ¿el del AS no?”. El menda que mira a un lado y a otro pensando que no, que yo no soy yo en realidad, que debe haber otro. Pero al final asiento con la cabeza medio asustado. “Pues le dices al Alonso cuando le veas, que digo yo que le verás, que mu mal, que lo lleva claro, que se tenía que haber quedao en Ferrari”, sigue gritando mientras el resto de mesas de la terraza vuelven la mirada hacia mi. Y yo que no se qué hacer, al final respondo, “bueno, veremos, parece que sí, el tiempo dirá y…”. “Ni tiempo ni ná, que cuando le veas le digas: ‘Alonso, te has equivocao, majete’, díselo, de mi parte”. Y se va por donde había venido en dirección a la pequeña playa campellera que en ese momento empieza a lanzar olas contra la costa. Sería que estaba saliendo del puerto el barquito que va a Tabarca. Sería eso…

Quería contarles la historia. Pero es un trocito, apenas nada, dentro de una opinión que parece generalizada, al menos si no miras más allá, si nos buscas razones, vuelves a la historia, analizas las cosas. Es posible que si hacemos una encuesta entre la afición española la mayoría piensen o sientan que Alonso se ha equivocado. Y seamos sinceros, los resultados lo demuestran. Hoy. Veremos mañana. En estos momentos, Ferrari lleva dos victorias y ocho podios mientras que en McLaren llevan casi el mismo número de abandonos, en realidad uno más y Fernando lucha con un coche que no tiene ni potencia, ni chasis, ni fiabilidad… en fin un desastre. Estos días hablando con un tipo que sabe algo de esto y otro que algo sabe de la vida me decían que lo mejor hubiera sido seguir un año más en Ferrari haciendo podios y ganando alguna carrera y en el segundo año de McLaren con Honda entrar en el equipo inglés. Pues quizá sí. Quizá. Claro. Miré usté.

Pero vayamos al año pasado. Ferrari, por supuesto con Alonso, sólo fue capaz de hacer dos podios, el equipo llevaba años intentando hacer un coche campeón sin conseguirlo, habían cambiado de presidente y jefe de equipo, dos veces, y la prensa italiana y la afición española pedían al asturiano un cambio de aires. Todos estábamos hartos de Ferrari. A lo mejor hasta el personaje de la gorra y la toalla. 

En esas llega McLaren, de mano de Honda, con la época de Senna, un buen puñado de millones de euros para dar al español el mayor contrato de la historia de la F-1, la fábrica de motores en Japón con Honda, las promesas, la memoria, los sueños, y Alonso acepta el reto. Quizá todos hubiéramos hecho lo mismo. Aunque se necesita cierta valentía para aceptar el riesgo y eso no está al alcance de todos. Ahora que todo, de momento, ha salido mal, nadie se explica que Alonso no esté enfadado todo el día, muchos temen incluso que un día pierda los nervios y se vaya a casa y todos, claro, sabemos que se ha equivocado, que debería haber hecho otra cosa. O no. En fin. Y es que si hubiera, si fuera, si… Si yo no fuera yo sería otra cosa. Pero soy lo que soy. Nada más. Pero demos tiempo, la vida cambia a veces para mejor. Como diría un amigo mío, el tiempo, ese juez inescrutable… Queda eso, esperar. Aunque si tienen que tomar una decisión importante en su vida, tranquilos, se yo de un tipo con una gorra, una toalla y una hamaca que... ¿verdad majete?