Un morbo de baja intensidad

Tras ver el resultado de un sorteo que cada vez es menos sorteo, lo de 'puro' aplicado a la UEFA es un oxímoron , el Barça no tiene motivos de queja. Ante el nuevo sistema de sorteo, en el que los campeones de las Ligas más potentes pasan a ser cabezas de serie independientemente de su coeficiente, el equipo catalán sacó partido de su condición de campeón y a priori no se le ven demasiadas curvas para acceder con cierta comodidad a los octavos de final como primero de grupo. Eso sí, se echará de menos un partido grande en los primeros meses de competición. La Champions de verdad empezará a partir de la primera eliminatoria cuando Luis Enrique ya pueda disponer de Turan y Vidal, más los fichajes que puedan llegar en el mercado invernal. Un sorteo que compensa el durísimo inicio de Liga de los barcelonistas.

El morbo en los enfrentamientos que deberá afrontar el Barcelona queda alejado del de otros grupos como el del Sevilla, el Madrid o el Chelsea con ese enfrentamiento Casillas vs Mou. Será un morbo de baja intensidad. El retorno de Luis Enrique a Roma puede ser lo más noticiable, pero tampoco es que sea un choque de trenes. Además, cuando la Roma rindió visita en el Gamper ya se sirvió el aperitivo del retorno de Keita al Camp Nou. Con el Bayer Leverkusen queda el recuerdo de los cinco goles que Messi les marcó en el Camp Nou el 2012 y para buscar algo que vincule al equipo blaugrana con el BATE Borisov habría que remontarse a Alksandr Hleb.