Está dibujado así. El Barça es una entidad única. El día que la UEFA le rinde más que merecidos honores (después de haberle pegado el palo de las esteladas en la final de Berlín, todo sea dicho) por sus cinco Champions; en el que se corona a Messi por goleada como el mejor del curso y todo el mundo puede ver a los ídolos culés como protagonistas de la ceremonia de apertura de la mejor competición del mundo, el cuadro no podía quedar completo sin una buena denuncia que volviera a poner los pies en el suelo a la hinchada. Es lo que se llama el Síndrome de Jessica Rabbit. No es que al Barça le atraiga el peligro, es que lo han dibujado así.

De padre y muy señor mío. La denuncia que Jordi Farré presentó ante la Policía y que están investigando la UDEF y Asuntos Internos por la falsificación de Documentos Nacionales de Identidad para ser vendidos supuestamente en el mercado negro de las elecciones del Barcelona pasó algo desapercibida porque ayer tocaba fútbol. El sorteo de la Champions y la enésima coronación del Rey Messi, pero es un problema de padre y muy señor mío que podría llevar a impugnar los comicios. Ciertamente, eso de hacer coincidir las elecciones con un 18 de julio no parecía la mejor idea posible.

Afilen bayonetas. Analistas inocentes como el que suscribe pensaron que tras el amplio triunfo de Bartomeu en las urnas que con tan poca deportividad se tomó Laporta venía a suponer un período de cierta tranquilidad en el famoso entorno culé. Ni que fueran nueve meses de paz, que hablando de la entidad blaugrana, supone una eternidad. Pues nones. Ayer mismo, Laporta reaparecía desde Twitter para anunciar que “La información de hoy publicada por Miguel Rico en Mundo Deportivo es muy grave y en caso de confirmarse estaremos ante un ataque a la salud democrática del FCB (...) cuando dispongamos de información oficial, ya nos posicionaremos oficialmente”. Traducido: “afilen las bayonetas”.

Parón fatal. Harían bien el Barcelona, la Policía, el juzgado de Guardia, la UDEF, UNCLE y Jimmy McNulty si fuera necesario en aclarar todo este lío lo antes posible. Mañana el Barcelona juega ante el Málaga y tras el partido se abre el tradicional ‘coitus interruptus’ futbolero de septiembre. Quince días sin Liga. Habrá que hablar de algo. Nos han dibujado así.