El gol del improbable

En el viejo Barça tuvimos a Goyvaerts; en los tiempos modernos hemos tenido a otros belgas. Que yo recuerde, ninguno fue especialmente decisivo. Ahora tenemos a Vermaelen, que vino lesionado y ha seguido lesionado casi un año más tarde. Ahora ha vuelto, y ha marcado un gol. Uf. Es un récord, porque además es un gol marcado por el improbable futbolista que estaba ahí en el momento del descorche. El Barça tuvo un partido difícil, algo que cuando el Málaga está delante es ya tradición.

Messi se enfrentó a Kameni como si jugaran al frontón, con victoria del portero. No hubo manera de romper ese corazón de acero del equipo andaluz. Hasta que el acoso fue la última alternativa y en una de esas desesperadas incursiones del Barça el famoso tridente le dio la alternativa al improbable Vermaelen. Fue un respiro; se encogió otra vez el corazón, cuando el Málaga estuvo a punto de recuperar el empate. Pero el susto no subió al marcador, para gloria del belga improbable.