A Marc Márquez no le quedaban comodines en este Mundial de MotoGP y en Silverstone ha utilizado uno más. El resultado es que, salvo catástrofe poco probable de los favoritos, se despide definitivamente de sus opciones de renovar su doble corona de la categoría reina y ahora esa lucha es ya sólo cosa de dos, Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. Personalmente estaré satisfecho sea cuál sea el desenlace porque creo que cualquiera de ellos será un dignísimo campeón. En el caso de Lorenzo me alegraré porque se lo está currando y por ser español; en el de Rossi, porque creo que su exhibición de pundonor y coraje a los 36 años es de las que nos invitan a todos a la reflexión y el reconocimiento, prodigiosa y de una efectividad inesperada, al menos para mí.

Pienso que ‘El Doctor’ va a tener precisamente en esa experiencia una valiosa aliada. La veteranía le permite hacer una lectura de las carreras que muy pocos pueden y será así como aproveche las oportunidades que le vengan de cara para minimizar daños en las menos propicias. En el gran premio británico ha exhibido esa cualidad de forma magistral, consciente de que la lluvia le abría una serie de opciones con las que no contaba en seco. A partir de ahí quedaba aderezar la receta con una buena dosis de valentía y una pizca de inteligencia para controlar la situación hasta lograr un triunfo muy valioso, tanto por los puntos que le reporta como por el aviso que supone para su compañero y contrincante. Jorge tendrá que esforzarse para doblega a ‘Vale’… y ojalá lo haga pronto con otra marca de cascos.